A diferencia de la mayoría de los sistemas médicos, la sanación tradicional tibetana no sólo está relacionada con la astrología tradicional tibetana, sino que estos dos antiguos sistemas se basan en los mismos fundamentos básicos de los cinco elementos: Tierra, Agua, Fuego, Aire y Éter. En este articulo te proporcionamos más información acerca de esta relación simbiótica, los antecedentes históricos y algunos usos prácticos o aplicados de la Astrología Tibetana dentro de la práctica de la Sanación Tibetana.
La relación fundamental con los Cinco Elementos
Según la sanación tibetana, la totalidad del universo, incluyendo los seres sensibles, se compone de los cinco elementos básicos que se definen como éter, aire, fuego, agua y tierra, respectivamente, y finalmente la disolución de la inversa de la misma forma elemental.
Y además la proporción de los elementos en que se formó el universo, tiene un parecido sorprendente con las proporciones del cuerpo humano y los tres humores.
Los elementos se han de entender según sus propiedades funcionales. El elemento Tierra proporciona solidez, el elemento Agua imparte la humedad, el elemento fuego otorga calor, el elemento aire poderes de movilidad y el elemento espacial ofrece espacio para el desarrollo. Puesto que es el anhelo de todo ser sensible el ser feliz, es muy importante saber de lo que realmente se componen, en primer lugar, y luego de lo que hace que una persona sea poco bienestarable.
No somos más que la unión de nuestro «cuerpo» y «conciencia». El cuerpo está compuesto de los cinco elementos. Otro factor, que, según el punto de vista budista es más influyente que el cuerpo físico, es la facultad mental que cuando te encuentras en un estado perturbado nos hace sentir infelices.
En pocas palabras, la Sanación Tibetana ofrece varios remedios preventivos según la dieta y el comportamiento, y remedios curativos según la sanación y la terapia externa, con el fin de tratar y pacificar el estado de perturbación de los elementos. Por otro lado, la astrología tibetana analiza los elementos en función de sus relaciones madre-hijo-enemigo-amigo y uno mismo, e indica los recursos en forma de pujas personalizadas y mantras, amuletos protectores, los rituales y el asesoramiento. Estos remedios son calculados para apaciguar cualquier energía negativa. Esto es, sin embargo, debido a una conceptualidad distorsionada en el sentido último.
La sanación tibetana tomó de los griegos el considerar a las dolenciaes en términos de un desequilibrio de los tres humores, aunque el término tanto en sánscrito como en tibetano literalmente significa “cosas que se pueden descomponer”. Los tres humores son tres sistemas del cuerpo, cada uno de cinco partes. No me resulta muy claro por qué cinco constituyentes están agrupados juntos como un solo sistema. Los tres sistemas principales son flamados viento, bilis y flema.
El uso práctico
Los elementos en sus diferentes combinaciones dan a luz a los tres humores, rlung (VIENTO), mKhris-Pa (BILIS), y Bad-Kan (FLEMA), que cuando están en un estado de perturbación por exceso, déficit o agitación causan dolencia. El enfoque de la Sanación Tibetana hacia un estilo de vida bienestarable incluye los cuatro métodos terapéuticos de la dieta, estilo de vida, remedios y terapia externa. Y cuando un médico se aproxima a un paciente, los tres métodos de diagnóstico, el examen visual, palpación e interrogatorio se tienen en cuenta con el fin de analizar la dolencia.
El examen visual incluye la lengua, pero el aspecto principal es un examen visual de la orina. El doctor observa la primera orina de la mañana, ésta es llevada al doctor en un contenedor blanco o transparente y luego el o ella la agita con un palillo. El doctor toma nota de diferentes variables. Primero observa el color, luego mira que tipo de burbujas se forman cuando es batido; qué tan grandes son y por cuánto tiempo perduran, cuándo se deshacen, cómo se deshacen y si existe algún tipo de oleosidad, si la orina es ligera o pesada, si tiene precipitaciones. También se examina el olor y si la obtienen justo después de que ha sido expulsada en la mañana también pueden observar como cambia el color conforme se enfría. Con todas estas variables se puede hacer un diagnóstico de la dolencia bastante preciso.
Dieta
Este es quizás el aspecto más importante de la vida sana: ‘Somos lo que comemos’. Como se dijo anteriormente, en la tradición tibetana nuestro cuerpo está compuesto de cinco elementos y sostenida y alimentada también por esos mismos elementos. Una dieta se divide en seis sabores que se constituyen de forma individual por la combinación de los cuatro elementos – tierra, agua, fuego y aire – mientras que el elemento espacio es omnipresente. Todos los productos comestibles se pueden clasificar en los seis sabores de acuerdo con sus propiedades elementales. Así, un médico guía a un paciente de acuerdo a las requerimientos de su cuerpo.
La siguiente tabla representa las combinaciones elementales de los seis sabores y cómo funcionan en nuestro cuerpo, ya sea en términos de agravantes o pacificación de los tres humores.
Sabores | Comubicación básica | Agravar | Pacificar |
Dulce | Tierra, Agua | Bad-Kan | Rlung-mKhris |
Agrio | Fuego, Tierra | mKhris-Pa | Bad-Rlung |
Salado | Agua, Fuego | mKhris-Pa | Bad-Rlung |
Amargo | Agua, Aire | Bad-Rlung | mKhris-Pa |
Caliente | Fuego, Aire | mKhris-Pa | Bad-Kan |
Astringente | Tierra, Aire | Bad-Rlung | mKhris-Pa |