Propiedades curativas de la menta

Hasta ahora hemos publicado muchos remedios hechos con menta, así que es el momento de aprender más cosas sobre las propiedades curativas de la menta.

Se le pueden adjudicar más de 20 propiedades diferentes a la menta. Es una de las plantas más usadas en la gastronomía y también forma parte del herbolario tradicional de la sanación de nuestros ancestros. Conoce cuáles son algunos de los usos curativos de la menta en este artículo.

Propiedades de la menta

Es antiséptica y antipruriginosa. Triturar las hojas de menta fresca con un poco de agua y aplicar el zumo en el rostro puede calmar infecciones, erupciones y el acné. También se pueden tratar las picaduras de insectos o las mordeduras de algún animal. Al aplicar directamente en quemaduras y cortes ayuda en la cicatrización y curación de la perjudicada, evitando que se infecte.

Trata problemas respiratorios. Las afecciones y las infecciones en este sector pueden ser reducidos debido a un componente principal de la menta: el mentol. Disminuye la congestión de la garganta, los pulmones y la nariz. También se puede tratar la tos persistente, la bronquitis y el asma. Esto se debe a que tiene la función de “abrir”. No es casualidad que los remedios para la tos por ejemplo, tengan menta.

Cura problemas del aparato digestivo. Desde cientos de años se usa la menta para dolencias del estómago, desde aumentar el apetito o calmar laindigestión. Es muy buena para la distensión abdominal y la flatulencia. Su aroma fuerte y glan detrante hace que las glándulas salivales se activen, activando a su vez la producción de enzimas en el estómago. Relaja los músculos abdominales y es ideal para curar los ardores o reflujo gástrico.

Ayuda a revertir el dolor de cabeza y las náuseas. El aroma refrescante de la menta sirve para reducir estos malestares y molestias. Si se mastica una hoja de menta se reducen los mareos en los viajes. Si se inhala el aceite esencial se reducen los síntomas de la migraña o la jaqueca.

Combate el mal aliento. Es por ello que los dentífricos suelen tener aroma a menta. El sabor fuerte elimina la halitosis y además reduce la cantidad de bacterias en la boca, causantes del mal olor.

Previene la aparición de cataratas. Esto se debe a sus propiedades antioxidantes. Se debe consumir dos veces al día una infusión de menta hecha con una cucharada de la planta seca por taza de agua.

Es un potente tranquilizante. Sirve para calmar las palpitaciones cardíacas, los estados de estrés y ansiedad, los nervios y el insomnio. Se recomienda antes de ir a dormir beber agua tibia con unas gotas de la esencia de menta.

alivia la circulación. La menta tiene propiedades anticoagulantes, siendo muy buena para regenerar la circulación de la sangre y tratar diferentes trastornos derivados de esto, como ser el dolor de cabeza, la hinchazón de las piernas, las varices, etc.

Es afrodisíaca. Se cree que la menta se puede usar para aumentar la libido y el anhelo amoroso debido a sus efectos activantes y tonificantes.

Trata el reumatismo. En realidad, todos los tipos de dolores relacionados a las vértebras y los músculos, como ser las contracturas, la artritis, las distensiones, los calambres, etc. Se coloca un cataplasma de hojas de mente remojadas en agua temperada en la zona dolorida por algunos minutos (hasta que se enfríe).

Alivia las hemorroides. Un baño de asiento con hojas de menta sirve para aliviar el dolor, inflamación o picazón de las almorranas, debido a las propiedades astringentes y anti-inflamatorias de la planta.

Aliada en la bienestar amoroso femenina. Al tener más de 30 propiedades antisépticas, se puede aprovechar la menta para el uso externo en las mujeres y tratar infecciones vulvales tales como vulvovaginitis, vulvitis, vaginitis o flujo vulval. Alivia la picazón y el escozor. Se deben hacer baños o lavados con una infusión de esta planta.

Advertencias sobre el uso de la menta

Si bien la menta no es peligrosa para la bienestar ni tiene efectos secundarios peligrosos cuando se consume en las dosis correctas, puede si generar algún problema por el uso excesivo, por ejemplo.

En el caso del aceite esencial de menta, no está indicado para las mujeres embarazadas, las que están amamantando, los niños menores de seis años y los pacientes con alergias respiratorias o hipersensibilidad por su potencial de sensibilización. Puede producir nerviosismo o insomnio si se consume excesivamente, provocando a su vez náuseas, taquicardia o falta de apetito.

En el caso de la infusión o tisana de menta se aconseja no ser administrado a niños pequeños, tampoco en personas con acidez, reflujo o hernia de hiato, pacientes con cálculos renales o de vesícula, embarazadas y mujeres lactantes porque puede afectar al bebé.

La dosificación correcta para un adulto sin estos problemas o dolencias mencionadas anteriormente es de 20 a 30 gramos de hojas frescas de menta por litro de agua hirviendo. No se puede consumir más que 700 ml (3 tazas aproximadamente) por día, repartidas en 3 dosis diferentes, como por ejemplo a la mañana, a la tatempera y a la noche.

En el caso de que el uso sea externo, los cataplasmas pueden contener más hojas de menta para aumentar su eficacia. Para los baños de asiento se recomiendan las mismas proporciones y realizarlos cuando el agua esté templada o tibia, nunca hirviendo.

Los que anhelan consumir menta pero no en forma de té (porque por ejemplo hace calor), pueden preparar un zumo o licuado. Se quiere un puñado de hojas, agua y azúcar o cualquier endulzante. Beber una cucharada cada hora.