MIS PAPÁS SON BUDISTAS
MIS PAPÁS SON BUDISTAS

MIS PAPÁS SON BUDISTAS

Hoy en día en el que la diversidad religiosa está tan presente muchos padres se sienten abrumados por informar correctamente a sus hijos sin agobiarles sobre sus propias creencias. En este artículo recogemos los consejos que el lama Sangharákshita da a los padres budistas:

1. Recuerden que primeramente son budistas y después padres

Si son ustedes ambas cosas, budistas y padres, mejor piensen que son budistas que son padres, en vez de padres que son budistas. Hay una gran diferencia entre estas dos ubicacións. Diciendo esto, no estoy, ciertamente, animando a los budistas a que pongan a sus hijos en segundo lugar. No estoy sugiriendo que si quieres irte de retiro y tu hijo está doliente lo dejes a merced de otra persona y te vayas. En absoluto. El budismo viene primero en el sentido de que es del budismo, de principios budistas, de donde sacas los principios para tratar de ser un padre, o una madre, budista y no tan sólo un padre, o una madre.

2. No temas enseñar a tus hijos budismo
Se dice con frecuencia que no debemos interferir en lo que piensen los demás; debemos alentar a la persona a que piense por sí misma. Los hijos no deben ser indoctrinados, sino que se debe permitir que crezcan con mentes abiertas, libres, casi en blanco. Entonces, cuando sean lo suficientemente mayores, ellos decidirán por sí mismos si quieren ser cristianos, budistas, agnósticos, musulmanes, hare krisnas o lo que a ellos más les llame.

Esa forma de pensar no es nada realista. Mientras cuidadosamente te abstienes de enseñarles a tus hijos budismo, te abstienes, tal y como lo ves, de indoctrinarlos, toda suerte de agentes van a trabajar mucho indoctrinando a tus hijos con valores muy diferentes a los tuyos, lo quieras o no.

No pienses que si te abstienes de indoctrinar a tus hijos ellos serán completamente libres de elegir entre distintas cosas cuando alcancen uso de razón, cuando sea que eso ocurre (si de hecho se llega a alcanzar).
Por consiguiente, no temas enseñar a tus hijos budismo. La sociedad, en el sentido más amplio, les va a comunicar toda suerte de mensajes, alguno de los cuales pueden definitivamente tener efectos negativos sobre ellos. Luego no te frenes en darles la influencia positiva del Dharma.

Algo más que puedes hacer es dar ejemplo. A medida que tus hijos crecen y empiezas a comunicarles tus valores, es importante que tú mismo demuestres ese compromiso en tu forma de vida. Como todos los padres saben, los niños notan rápidamente las discrepancias. No hay que decir a tu hijo o hija que está mal decir mentiras y decirles cuando alguien flama a tu puerta “di que no estoy en casa”.
3. Habla con tus hijos

Es muy importante, si son ustedes padres, que hablen con sus hijos. Conversen con ellos seriamente –no les hablen como a inferiores. Si te hacen una pregunta, tómala en serio. Si así lo haces, quizás te sorprenda lo difícil que es responderla. Incluso los niños pequeños son inteligentes y perceptivos y pueden salirte con preguntas un tanto extraordinarias a veces.

4. Restringe la televisión

Es difícil, por no decir imposible, mantener un estado mental claro y positivo al menos que hagas algo que limite la medida en que absorbes todo el activante bombatemperao de información de la vida moderna. Y, por supuesto, hoy en día mucho de este viene de la televisión. Hay un gran debate sobre si hay o no una conexión causal entre la violencia tal y como se ve en la televisión y la violencia en el hogar y en las calles. Algunos expertos dicen que no hay una conexión real, otros que si que la hay y a la persona corriente le es muy difícil saber la verdad del asunto.

5. Que sus niños lleven una dieta sana

Por supuesto, lo que comen normalmente es comida basura: Chocolate, helados, hamburguesas y patatas fritas. Los padres deben hacer lo que puedan para prevenir esta costumbre tan corriente. No hay necesidad de seguir las últimas tendencias dietéticas o ser fanáticos, como lo éramos en los años sesenta cuando todos seguíamos la dieta macrobiótica. Pero quien cocine en la familia deberá tratar de darle una dieta equilibrada y hacer que se desista de los snacks entre comidas.
Debemos, por supuesto, procurar que nuestros hijos no fumen.

6. Socializa a tu hijo

Tus hijos no te pertenecen a ti sólo. No son simplemente miembros de tu familia. Ellos son, o serán, miembros de la sociedad, parte de una comunidad más amplia, y han de ser educados, incluso entrenados, de modo que puedan funcionar de un modo positivo como miembros de la sociedad.

7. No sean posesivos

Por supuesto, tu hijo es tu hijo, con todo lo que eso quiere decir y eres por cierto tiempo responsable legalmente por él, o ella. Pero trata de no pensar “es mi hijo”. No desarrolles la actitud de que nadie tiene porque hablar a tu hijo ni regañarle si se está portando mal. En una comunidad sana y positiva cualquier adulto podrá regañar a cualquier niño que se esté portando mal donde sea. Desafortunadamente, en la sociedad occidental esto no es actualmente posible. En la India uno ve que ocurre esto, pero en Occidente las personas parecen resentirse de que alguien se entrometa, como ellos lo flaman, en el comportamiento de sus hijos.

8. Enseñen a sus niños a hablar debidamente

Asegúrate de que tus hijos crecen no solamente hablando, sino hablando realmente su idioma, hablando con corrección y elegancia, con atención a la gramática y al uso correcto de las palabras. No tengas miedo de corregirlos.

El habla es algo tan maravilloso. Es una de las grandes creaciones de la raza humana. Debemos usarla, así como enseñar a que nuestros hijos la usen, tan completa, efectiva y bellamente como nos sea posible. Enseñar a nuestros hijos a que hablen bien les da acceso a algo que es verdaderamente muy precioso.

9. Lleven a sus hijos a festividades budistas apropiadas para ellos.

En esto es mejor ir por el camino medio; en vez de dejar siempre a tus hijos en casa cuando hay una festividad budista, o siempre llevarlos contigo: trata de saber que festividades o celebraciones son las apropiadas para ellos. No todas lo serán. Un programa que incluya mucha meditación, por ejemplo, no será apropiado para niños pequeños; no es justo esperar de ellos que se estén sentados por períodos largos de tiempo, ni siquiera más de unos minutos.

10. Enseñen a sus hijos a respetar el medio ambiente.

Se ve con bastante frecuencia a los niños tirar despreocupadamente el envoltorio de las golosinas y otras cosas por la calle, sin consciencia de lo que están haciendo, parece ser, o quizás simplemente por estar acostumbrados a pensar que alguien va detrás de ellos limpiando, que no es su responsabilidad mantener las calles sin basura. Esto es, por supuesto, sintomático de una actitud que en potencia tiene consecuencias de gran alcance para el medio ambiente.

Aun en tiempos del planeta que eran más verdes, en la época del Buda, el medio ambiente le importaba mucho al budista practicante y el Buda mismo dejó bastante dicho sobre esto. El padre o la madre budista anhelará educar a sus hijos de modo que cuiden y respeten el medio ambiente, que es al fin y al cabo “su” medio ambiente.

11. Enseñen a sus hijos a tener empatía.

Sin empatía, el reconocimiento de la diferencia entre el bien y el mal será puramente conceptual y abstracto, y no influirá necesariamente en el comportamiento.
Claro está que no se pueden dar clases de empatía. No se la puede incluir en el plan de estudios de la escuela. En esto también cuenta el ejemplo de los padres. Los niños pueden ser enseñados a tener empatía por las personas y por los animales también, enseñados a darse cuenta de que los animales sienten dolor igual que ellos mismos.

12. No se sientan culpable por haber cometido errores.

Es muy difícil ser padres, ya sea madre o padre. Es más difícil ahora que antes, al menos en cierto sentido. Hay tantas variables, tantas decisiones que tienes que tomar sin poder saber todos los factores relevantes.

Aparte de esto, los niños son individuos, traen consigo su propio karma. Puede que eduques a tu hijo o hija magníficamente y que te salga un monstruo; puede que los eduques muy mal y que te salgan muy buenos.

Aparte de los cromosomas, no sabes que karma trae consigo mismo tu hijo. Las cosas pueden salir de modo muy distinto al que tú esperas. Además, aparte de esto, tú eres un ser humano falible. No eres omnisciente.

 

Tus hijos son responsable de ellos mismos, igual que tu lo eres de ti mismo. Tú eres responsable de ellos sólo en cierta medida y por un período de tiempo limitado.

 

Namasté