LIMPIEZA FACIAL

La milenaria tradición ayurvédica aconseja seguir unos pasos determinados para garantizar una buena limpieza facial.

– La limpieza realizada dos veces al día debe ser rutina.

– Se debe escoger una crema de limpieza que sea apropiada para su tipo de piel (ver recetas caseras aquí)

No se debe usar jabón en la cara: a la larga puede causar daños. Una crema de limpieza para piel seca debe contener nutrientes y hierbas. Cuando la piel es grasa debe incluir hierbas con aceites que den equilibrio y apoyo a la limpieza. La piel sensible se beneficia con una crema muy suave, sin fragancia, que no irrite.

– Limpiar siempre con agua tibia, es la temperatura ideal ya que el agua caliente seca demasiado la piel y el agua fría no disuelve ni elimina la suciedad incrustada.

– Si se usan esponjas o paños, se debe asegurar su limpieza y suavidad. Comentar que no son herramientas necesarias para la eficacia de la limpieza: con la punta de los dedos se puede hacer un buen trabajo.

– Se deben lavar bien las manos antes de limpiar su cara. También se debe retirar el cabello del rostro.

– Se puede comenzar por realizar “lluvias” de agua tibia sobre el rostro y cuello.

– Se debe aplicar el limpiador con la punta de los dedos o una esponja suave, dando masajes circulares y en movimiento ascendente, sobre la cara y cuello.

No se debe frotar demasiado, el masaje suave es suficiente para ayudar a mejorar la circulación, así como para eliminar la suciedad y las células idas de la piel.

-Se debe enjuagar con abundante agua tibia.

– Secar suavemente el exceso de agua con una toalla suave. No se debe frotar ni arrastrar con la toalla a lo largo de la piel.

– Se debe aplicar de inmediato una base de agua humectante adecuado para cada tipo de piel, para así sellar la humedad en la superficie y conservar el nutriente recibido en la piel.