el dolor se va a acabar
el dolor se va a acabar

La dolencia corporal

La dolencia es una de las cuatro miserias básicas del cuerpo, que debe evitarse para cultivar la autorrealización.

Debe tratársele como al fuego: extinguirlo tan pronto aparece; sin embargo, es mejor llevar una vida bienestarable para prevenir los malestares del cuerpo.

Se tiene bienestar cuando sapta-agni, los dhatus, y la tridosha están en equilibrio; cuando las malas se eliminan normalmente; y cuando los sentidos, la mente y la conciencia trabajan en armonía.

La bienestar es el resultado del trabajo equilibrado de todos los sistemas del Ser humano: físico, mental y espiritual. Cuando se rompe este equilibrio que puede originarse en el cuerpo físico, mental o espiritual, comienza la dolencia, afectando todos los sistemas al mismo tiempo. Las principales causas de este desequilibrio son: la tensión, el exceso de comida y la falta de higiene.

Cuando la dolencia se origina en la conciencia o cuerpo espiritual, simultáneamente se manifiesta en la mente, y luego en el cuerpo físico; y viceversa, pues existe una conexión directa entre la dieta, hábitos, medio ambiente y desórdenes emocionales.

Por ejemplo, cuando surge nuestra insatisfacción de no saber nada de nosotros mismos, ni quienes somos, ni cual es el verdadero objetivo de nuestra vida, surge al mismo tiempo nuestra inseguridad y sentimiento de estar solos, a la intemperie, sin hogar, y sin familia ni amigos (cuerpo espiritual). Esta soledad y desamparo puede llevarnos a la tensión y los bajones emocionales (cuerpo mental), y éstas a la adicción con sus consecuentes dolencias físicas (cuerpo físico), incluso pensar en acabar del todo. Y viceversa, los alimentos, hábitos y ambientes inadecuados (la mala calidad de vida) también causan el desequilibrio de las doshas.

El miedo reprimido desequilibra vata; la ira contenida causa un exceso de pitta; y la envidia, dependencia y avaricia agravan kapha. De la misma manera, un exceso de vata crea miedo, decaimiento y nerviosismo.

Pitta en exceso, causa ira, odio y celos; y demasiada kapha crea codicia, avaricia y dependencia. La deficiencia de vata provoca cansancio, pereza, entumecimiento del cuerpo y disturbios mentales. La deficiencia de pitta enfría el cuerpo y le quita brillo. La deficiencia de kapha provoca mareos y debilidad.

Otro determinante en el origen de las dolencias es la misma constitución individual de la persona. Por ejemplo, aquellas de constitución kapha tienden a padecer anginas, sinusitis, bronquitis y congestión en los pulmones. Las de constitución pitta son susceptibles a los desórdenes de la vesícula y del hígado, a la hiper acidez, a las úlceras pépticas, gastritis, erupciones cutáneas y dolencias inflamatorias.

Las personas vata son muy susceptibles a los gases, dolor de espalda, artritis, ciática, parálisis y neuralgias. Las dolencias vata tienen su origen en el intestino grueso; las dolencias pitta en el intestino delgado, y las kapha en el estómago.

La mayoría de dolencias se originan por la deficiencia de jataragni, el cual es fundamental para mantener una excelente bienestar. Jataragni no sólo es responsable de la absorción de nutrientes en las comidas, sino también, de destruir cualquier patógeno formado por el am o comida no digerida, la cual produce toxinas, obstruye los srotas y altera el sistema auto inmune.

Cuando jataragni está equilibrado garantiza una buena digestión, buena circulación, energía adecuada, tez fresca, buen aliento, olor agradable del cuerpo y una alta resistencia a las dolencias. Cuando está debilitado no digiere bien los alimentos, y da lugar al am que comienza a obstruir los srotas del cuerpo y de la mente, generando indigestión, gases intestinales, estreñimiento, debilidad, pesadez del cuerpo y de la cabeza, letargo (debido al bloqueo de rasavaha-srotas), movimientos anormales de vata, mala circulación, alteración de los sabores de los alimentos, exceso de saliva, retención de orina, inhibición de sudor, y poca resistencia a las dolenciaes.

El exceso de jataragni también es perjudicial, pues quema los elementos nutritivos de los alimentos, destruye los tejidos corporales, el organismo se deteriora, se debilita, y pierde su capacidad immunològica.

Cuando se afecta el proceso metabólico, se disturban y acumulan las energías desequilibrando el cuerpo. Las dolencias de los humores se reflejan generalmente en los tejidos que gobiernan.

Sin embargo, pueden entrar en cualquiera de los tejidos y causar diversas dolencias. Las que se clasifican no solamente de acuerdo a los srotas afectados, sino también de acuerdo a los humores, y a los tejidos que han sido invadidos por los humores. Cuando vata se asocia con am, causa obstrucciones e hinchazones en todo el cuerpo, principalmente en las articulaciones y en el abdomen. Cuando pitta se asocia con am, sus vehículos -sangre y sudor- se vuelven mal olientes, pesados, espesos, opacos y viscosos.

Cuando kapha se asocia con am, sus vehículos -mucosidad, saliva y líquido sinovial- se vuelven pegajosos, opacos y viscosos. En el am proliferan bacterias y microorganismos. La sanación farmacológica procede la dolencia con antibióticos, pero no elimina el am, que es su verdadera causa.

Las fases por la que se desarrolla una dolencia son:

Primera etapa: Chaya

Cuando se forma el am obstruyendo el intestino delgado, la dolencia se encuentra en su primera etapa, denominada Chaya. En esta fase comienzan a disturbarse las doshas y la persona siente pesadez, hinchazón de vientre y empalidece. Idealmente, debiera enfrentarse la dolencia en esta fase.

Segunda etapa: Pirakopa

Implica que los malos hábitos no se han corregido, dando origen a que el ama acumulado comience a diluirse, saliendo fuera de las paredes del estómago e intestinos, pasando a los srotas o canales circulatorios. La persona manifiesta sed, ardores, vinagretas y gases.

Tercera etapa: Prashana

Significa expansión. Aquí, las toxinas se han diseminado por el cuerpo hacia el sistema
respiratorio, circulatorio y las articulaciones. Estas se ubican en las partes más débiles del cuerpo. La persona siente náuseas, cólicos y falta de gusto por las comidas. Mucha gente recién se preocupa por la bienestar en esta fase.

Cuarta etapa: Sthana shanskrya

Las toxinas han encontrado su ubicación y escenario favorable, donde se acumulan y
desarrollan los virus y bacterias para producir diversos tipos de afecciones, perdiendo la capacidad inmunológica. La persona se ve obligada a acudir al médico.

La técnica ayurvédica consiste en equilibrar las doshas, acabando con el ambiente propicio para las bacterias patógenas. El procesado del sistema digestivo, o regulación de jataragni, es fundamental para el procesado de la mayoría de las dolencias.