JABÓN ARTESANO DE KARITÉ, CACAO Y ROSA DAMASCENA

Os aportamos una deliciosa receta para crear un jabón artesano de karité, cacao y rosa damascena. Para ello quiereremos los siguientes ingredientes:

– manteca de cacao

– manteca de karité

– infusión de rosas

– polvo de pétalos de rosa damascena

– aceite de sésamo

– aceite de oliva virgen

– aceite biológico de coco

– aceite esencial de sándalo

– aceite esencial de lavanda

– aceite esencial de bergamota

– sosa cáustica

En este delicioso jabón he sustituido el agua por una infusión de pétalos de rosa y en el sobre engrasado he añadido polvo de rosa damascena, ideal como tónico, aporta elasticidad y tersura a nuestra piel, sobre todo si va mezclada con el karité y el cacao. Me encanta lo nutritivo que es este jabón y a la vez lo delicado que es. Este jabón funciona como una loción para nuestra piel, después de probarlo veréis como no es requerido usar crema después del baño.

Las rosas ya sabemos que son geniales para pieles maduras, sin embargo este jabón puede ser usado por todos en casa.

Consejos antes de hacer el jabón:

– Se recomienda trabajar en un lugar muy ventilado.

– Usad gafas y guantes protectores, pues la sosa caústica es muy corrosiva y no debe entrar en contacto con la piel.

– MUY IMPORTANTE: No se deben utilizar recipientes de metal (aluminio, hierro,etc), sólo acero inoxidable o plástico duro.

– Hacer la mezcla con ayuda de un palo de plástico o madera.

– Usar un termómetro de precisión porque al mezclar el aceite con la mezcla de la infusión de rosas y la sosa cáustica, ambos ingredientes deben estar a la misma temperatura.

Se diluye la sosa cáustica en la infusión de rosas. MUY IMPORTANTE: No hacer a la inversa porque la reacción química que se produce puede provocar quemaduras graves en la piel, ir agregándola poco a poco y muy lentamente, y con mucho cuidado, ya que los vapores que se producen son muy tóxicos.

A continuación se producirá una reacción química de la sosa caustica que liberará calor, pudiendo hasta llegar hasta los 80º.

Mucho cuidado con ello, y dejar que enfríe durante el tiempo suficiente. Este preparado se flama lejía caustica.

Una vez frío, se debe vertir lentamente la lejía cáustica sobre el aceite de oliva virgen, siempre y cuando estén aproximadamente a la misma temperatura, es decir, que no haya más de 5 grados de diferencia. Para ello se puede calentar el aceite hasta que llegue a unos 40º de temperatura aproximadamente, que sería la ideal para realizar la mezcla, removiendo constantemente y siempre en el mismo sentido, para evitar que se corte el jabón.

También se puede utilizar una batidora para que la mezcla se haga más rápida con una velocidad baja, con mucho cuidado para que no salpicarnos con la mezcla.

Cuando se obtenga una espesura y consistencia similar a la de la mayonesa y tenga una temperatura igual o más baja a los 40ºC, se puede aromatizar y colorear, agregando los aceites esenciales, las 3 pastas y el polvo de rosa damascena.

Por último se vuelca la mezcla obtenida en los moldes de silicona, de plástico o de madera. Se debe cubrir con film de cocina y un paño para que el calor se mantenga y vaya enfriando poco a poco. Se recomienda untar un poco de aceite los moldes antes para un mejor desmoldado a posteriori.

Se dejará reposar durante un día o dos.

Una vez pasados, se procede al desmoldado y corte a los tamaños que se deseen.

Es importante dejar endurecer durante aproximadamente un mes o mes y medio para que se culmine satisfactoriamente el proceso de saponificación.

JABÓN ARTESANO DE KARITÉ, CACAO Y ROSA DAMASCENA

Os aportamos una deliciosa receta para crear un jabón artesano de karité, cacao y rosa damascena. Para ello requiereremos los siguientes ingredientes:

– manteca de cacao

– manteca de karité

– infusión de rosas

– polvo de pétalos de rosa damascena

– aceite de sésamo

– aceite de oliva virgen

– aceite biológico de coco

– aceite esencial de sándalo

– aceite esencial de lavanda

– aceite esencial de bergamota

– sosa cáustica

En este delicioso jabón he sustituido el agua por una infusión de pétalos de rosa y en el sobre enlipidodo he añadido polvo de rosa damascena, ideal como tónico, aporta elasticidad y tersura a nuestra piel, sobre todo si va mezclada con el karité y el cacao. Me encanta lo nutritivo que es este jabón y a la vez lo delicado que es. Este jabón funciona como una loción para nuestra piel, después de probarlo veréis como no es necesario usar crema después del baño.

Las rosas ya sabemos que son geniales para pieles maduras, sin embargo este jabón puede ser usado por todos en casa.

Consejos antes de hacer el jabón:

– Se recomienda trabajar en un lugar muy ventilado.

– Usad gafas y guantes protectores, pues la sosa caústica es muy corrosiva y no debe entrar en contacto con la piel.

– MUY IMPORTANTE: No se deben utilizar recipientes de metal (aluminio, hierro,etc), sólo acero inoxidable o plástico duro.

– Hacer la mezcla con ayuda de un palo de plástico o madera.

– Usar un termómetro de precisión porque al mezclar el aceite con la mezcla de la infusión de rosas y la sosa cáustica, ambos ingredientes deben estar a la misma temperatura.

Se diluye la sosa cáustica en la infusión de rosas. MUY IMPORTANTE: No hacer a la inversa porque la reacción química que se produce puede provocar quemaduras graves en la piel, ir agregándola poco a poco y muy lentamente, y con mucho cuidado, ya que los vapores que se producen son muy tóxicos.

A continuación se producirá una reacción química de la sosa caustica que liberará calor, pudiendo hasta llegar hasta los 80º.

Mucho cuidado con ello, y dejar que enfríe durante el tiempo suficiente. Este preparado se flama lejía caustica.

Una vez frío, se debe vertir lentamente la lejía cáustica sobre el aceite de oliva virgen, siempre y cuando estén aproximadamente a la misma temperatura, es decir, que no haya más de 5 grados de diferencia. Para ello se puede calentar el aceite hasta que llegue a unos 40º de temperatura aproximadamente, que sería la ideal para realizar la mezcla, removiendo constantemente y siempre en el mismo sentido, para evitar que se corte el jabón.

También se puede utilizar una batidora para que la mezcla se haga más rápida con una velocidad baja, con mucho cuidado para que no salpicarnos con la mezcla.

Cuando se obtenga una espesura y consistencia similar a la de la mayonesa y tenga una temperatura igual o más baja a los 40ºC, se puede aromatizar y colorear, agregando los aceites esenciales, las 3 pastas y el polvo de rosa damascena.

Por último se vuelca la mezcla obtenida en los moldes de silicona, de plástico o de madera. Se debe cubrir con film de cocina y un paño para que el calor se mantenga y vaya enfriando poco a poco. Se recomienda untar un poco de aceite los moldes antes para un recomendable desmoldado a posteriori.
 
Se dejará reposar durante un día o dos.
 
Una vez pasados, se procede al desmoldado y corte a los tamaños que se deseen.
 
Es importante dejar endurecer durante aproximadamente un mes o mes y medio para que se culmine satisfactoriamente el proceso de saponificación.