¿QUÉ HACEMOS CON LA CÓLERA?

¿QUÉ HACEMOS CON LA CÓLERA?

Recogemos hoy las enseñanzas del maestro Shantideva sobre la cólera:

“Cualesquiera que sean mis acciones virtuosas,

La devoción a los Budas, la generosidad y demás,

Acumuladas a través de miles de eones,

Todas son destruidas en el momento de furia.

No hay pecado tan dañino como el odio,

Ni penitencia tan efectiva como la tolerancia,

Así que, por todos los medios posibles deberé

Cultivar con intensidad la tolerancia.

Manteniendo la mente perjudicada por el odio,

Nunca experimentaré paz,

No tendré goce ni felicidad,

Perderé el sueño y me retorceré en descontento.

Incluso un señor cuya magnanimidad sea vital

Para aquellos a los que les da riquezas y estatus,

No menos está en peligro de ser eliminado,

Si tiene odio por ellos.

El odio nos separa de nuestros amigos y parientes;

Aunque estén atraídos por lo que se les da, nunca confiarán en nosotros.

En síntesis, no hay forma de vivir juntos

Felizmente con el fuego de la rabia.

La cólera es mi verdadero enemigo,

Crea tales sufrimientos como estos.

Pero quien la controla y conquista

Encuentra felicidad en el presente y en el futuro.

El odio encuentra su alimento en la incomodidad mental

Que siento, cuando me enfrento con los sucesos no anhelados

Y con el bloqueo de lo que quiero que pase;

Entonces explota y me agobia.

Al ver eso, debo cuidadosamente eliminar

Ese alimento que le da vida al enemigo;

Porque ese enemigo no tiene actividad de ninguna clase

Que no sea la de causarme daños.

Cualquier cosa que pase, no debo permitir

Que mi contento sea perturbado.

El ser infeliz no hará cumplir mi anhelo

Y perderé todas mis virtudes.

¿Por qué ser infeliz acerca de algo

Si no puede ser solucionado?

¿Y si no puede ser solucionado,

Cómo puede ayudar ser infeliz?

 

Inanhelados por mi y mis amigos

Son los sufrimientos, los desprecios,

Las palabras duras, y las faltas de respeto;

Para los enemigos es justamente lo opuesto.

El motivo de la felicidad algunas veces ocurre;

Los motivos del sufrimiento son muchos.

Pero sin sufrimiento no hay trascendencia,

Así que, ¡Oh mente mía, tienes que ser valiente!

Sin sentido, penitentes y arrepentidos

Soportamos las sensaciones de las cortadas y quemaduras;

¿Por qué entonces, Oh mente mía, estás temerosa

De sufrir por el bien de la liberación?

No hay nada que no pueda llegar a ser

Fácil de cargar a través de una práctica constante;

Así que, practicando con un poco de dolor,

Deberías aprender a sobrellevar grandes dolores.

¿Quién no ha experimentado esto con dolores accidentales,

Picadas de insectos o serpientes,

Ansias de sed y hambre y así sucesivamente,

E irritaciones tales como erupciones?

 

No debo llegar a ser intolerante

De tales cosas como el calor, el frío, la lluvia y el viento,

La dolencia, la mas allá, la esclavitud y los contratiempos;

Porque ellos sólo añaden dolor.

Algunos llegan a ser, incluso, más valientes y heroicos

Cuando ven el derramamiento su propia sangre;

Otros se sienten desmayar y así lo hacen completamente

Justo al ver el desangrar de otros.

Estas cosas vienen de la mente,

Ya sea si sus hábitos son valientes o tímidos;

Por lo tanto, debo ignorar los daños

Y no dejar que los sufrimientos me toquen.

Incluso aunque ellos experimenten sufrimientos

El sabio no deja que la mente se nuble o se agite;

Además, al hacer la evento,

La batalla traerá mucho daño.

Ignorando todos los sufrimientos,

Conquistando los enemigos tales como el odio,

Estos son los héroes verdaderamente victoriosos –

El resto son simplemente cadáveres de eliminadero.

Además, el sufrimiento tiene sus beneficios;

Estar cansado de él disipa nuestra ignorancia,

Remueve nuestra compasión por las criaturas cíclicas,

Y nos hace evitar el pecado y amar la virtud.

Yo no estoy enojado con las causas mayores

Del sufrimiento, los humores-dolientes tales como la bilis.

Así que, ¿por qué estoy enojado con los seres mentales,

Todos dirigidos por condiciones como estas?

Al igual en todo momento, involuntariamente

Esta dolencia inevitablemente ocurre,

Así que, en todo momento involuntariamente

Adiciones surgen compulsivamente.

No pensando, “Debo encolerizarme”,

Las personas, incapaces de actuar efectivamente, sienten furia;

Y no pensando, “debo desarrollarme”,

La furia misma, automáticamente, se desarrolla.

Cualquiera de las maldades que puedan ser encontradas

Y las variadas clases de pecado,

Todos surgen por la fuerza de las condiciones,

Y de ninguna forma voluntariamente.

Aquellas condiciones que se unen

No tienen la intención de decir “produzcamos daño”,

Ni sus productos dañan ellos mismos, ni se proponen:

“Voy a estar produciendo”.

Incluso los agentes postulantes, “el alma que lo llena todo”,

Y el teoréticamente imaginado “yo”,

Nunca actuarían pensando voluntariamente:

“Debo surgir como la causa del daño”.

Dado que tales son improductivos y no-existentes,

Así también su voluntad para producir (daño o cualquier acción),

Y considerando que su enfoque en sus objetos debe ser permanente,

Nunca podrá llegar a terminarse (en acción).

Si el ‘yo’ fuera permanente, (como se ha alegado),

Él claramente debería ser inactivo al igual que el espacio,

Incluso al encontrarnos con otras condiciones

¿Qué podría hacer sin cambiarse a si mismo?

Y si cuando actúa sobre eso se mantiene igual que antes,

Entonces, ¿Qué afectaría la acción?

Aunque decimos, “Esta es la acción de esto”,

¿Cuál posiblemente sería su relación (con cualquier cosa)?

Así que todo está en el poder de otras cosas

Y ellas mismas en el poder de otras más;

Conociendo esto, nunca me encolerizaré

Con las cosas, ya que son tan irreales como las apariciones.

A través del descuido,

Las personas se hieren ellos mismos con espinas y otras cosas,

Y también, para ganar una mujer y demás,

Ellos llegan a ser obsesivos y se consumen.

Algunos se suicidan tirándose de los precipicios,

Tomando veneno y comida corrupta,

Y se hieren ellos mismos

Con actos despreciables.»

Namasté.