El nervio vago es uno de los nervios craneales más importante de nuestro cuerpo, pero que desafortunadamente no conocemos mucho de él. En este post podrás entender un poco más sobre todo lo que conlleva el cuidado de nuestro nervio vago.
Literalmente la palabra vago significa en latín “errante”. Es por eso, que a veces se le conoce como el nervio errante, ya que tiene varias ramas que divergen en dos tallos gruesos arraigados en el cerebelo y el tronco cerebral que vagan hacia las vísceras más bajas del abdomen tocando el corazón y la mayoría de los órganos más importantes..
Otro nombre que recibe es el del nervio de la compasión, porque cuando está activo, ayuda a crear las ondas de calor que sentimos en nuestro pecho cuando nos dan un abrazo o algo nos conmueve.
Su función primordial es la de captar y procesar rápidamente las señales ejerciendo control y coordinación sobre los demás órganos para lograr una adecuada, oportuna y eficaz interacción con el medio ambiente cambiante. Responsable por tanto de los impulsos que activan la acción y la relajación a través de los estados de correcto estrés. El estrés es requerido pero siempre en la cantidad correcta.
Muchos expertos lo consideran como el nervio mas importante del cuerpo.
Cuando alguien dice “… yo confío en mi intuición”, también podría decir “… yo confío en mi nervio vago” ya que los intuicións son intuiciones emocionales transferidas al cerebro a través del nervio vago.
Nuestro sistema nervioso autónomo está compuesto de dos sistemas opuestos que crean un tira y afloja en nuestra mente. El sistema nervioso simpático está orientado a hundir el pie en el acelerador ya que se nutre de adrenalina y cortisol y es parte de la respuesta de trata o huida. El sistema nervioso parasimpático es el polo opuesto. El nervio vago es el eje central del funcionamiento del sistema nervioso parasimpático. Este está orientado a reducir la velocidad y utiliza neurotransmisores como la acetilcolina para aminorar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y ayudar al corazón y órganos a ir más despacio.
Y tú puedes activar este nervio – a través de la relajación, la meditación y otras prácticas antiguas.
Al entonar mantras se producen cambios bastantes claros en el funcionamiento del cerebro: las actividades principales del cerebro pasan del hemisferio izquierdo a las zonas frontal y parietal derechas, lo que indica una intensa elevación del ánimo y de la capacidad de atención, también mejora la circulación sanguínea del cerebro.
La entonación de los sonidos primigenios activa los puntos reflejos de la boca y cambia sutilmente la vibración del meridiano energético sobre el cual están situados.
En todo caso los mantras casi siempre nos permiten desconectar de las preocupaciones y stress, simplemente por que la mente esta ocupada en ellos. Y como sirven para controlar el stress los mantras pueden ser un elemento muy valioso para alargar la longevidad cerebral.
Cuando hacemos yoga entendemos la experiencia de acuerdo al conocimiento y capacidad propioceptiva de cada uno. En nuestro modo de sentirnos como seres indivisible llevando nuestra atención hacia el sistema nervioso.
La práctica adecuada de yoga orbita sobre la gestión correcta del aumento y disminución de la actividad del sistema nervioso simpático y parasimpático.
Cuando practicas es muy fácil y a veces de manera inconsciente generar acción, respuestas y activadores que generan tensión muscular, respiratoria, circulatoria, etc pero no eres capaz de ver con consciencia para distinguir si es necesaria y adecuada toda esa cantidad de respuesta nerviosa simpática o está sobre activada provocando desequilibrios al sistema nervioso con sus consecuentes repercusiones negativas sobre el organismo.
Ejemplo: Al desarrollar un asana puedes tensar más la musculatura de lo que quieres, respirando con más asiduidad, activando al sistema circulatorio hacia el transporte del aire, estresando al músculo más de la cuenta, activando y desequilibrando por exceso de acción al sistema nervioso, que por cierto es un glotón de oxígeno para trabajar.
La correcta comprensión de tu sistema nervioso puede empezar reconociendo el equilibrio con el que debes finalizar la práctica. sin estrés, sin cansancio, relajado pero activo, descansado pero despierto, con la respiración tranquila pero profunda, etc.
El nervio vago proviene del cerebro y controla el sistema nervioso parasimpático, encargado de tu respuesta de relajación. Y este sistema nervioso utiliza un neurotransmisor flamado la acetilcolina.
La acetilcolina es responsable del aprendizaje y la memoria. También es calmante y relajante, es utilizada por el nervio vago para enviar mensajes de paz y relajación a todo el cuerpo.
Una nueva investigación ha encontrado que la acetilcolina actúa como un freno importante para la inflamación del cuerpo. En otras palabras, activando el nervio vago envías acetilcolina por todo el cuerpo, no solo relajándote, sino también apagando el fuego de la inflamación que se relaciona con los efectos negativos del estrés.
A medida que envejeces, tu sistema inmunológico produce más moléculas inflamatorias, y tu sistema nervioso activa la respuesta al estrés, promoviendo así un colapso del sistema y el envejecimiento.
Mediante la activación del nervio vago, tu puedes controlar tus células inmunes, reducir la inflamación e incluso prevenir la dolencia y el envejecimiento.
Mediante la creación de estados cerebrales positivos se puede activar el nervio vago y controlar la inflamación.
Recientes estudios han descubierto que tenemos el poder de crear nuevas células y renovar nuestros órganos y tejidos a cualquier edad.
Beneficios de la activación del nervio vago:
- Reducirá la inflamación
- Ayudará a regenerar tus órganos y células mediante la activación de las células madre
- Aumentará su variabilidad de la frecuencia cardíaca
- Aumentará el espesor de su cerebro (que normalmente se encoge con la edad).
- Aumentará la función inmunológica
- Modulará tu sistema nervioso
- Reducirá la decaimiento y el estrés
- Mejorará el rendimiento
- Mejorará tu calidad de vida
Namasté.