A niveles muy altos, la experiencia subjetiva de la existencia ya no está limitada por el ego narcisista o los bloqueos psicológicos de los posicionamientos. Esta condición es la consecuencia de la progresiva y muy profunda entrega de todas las limitaciones y los sistemas de creencias. El requisito es la persistencia de “un solo punto de la mente” en los procesamientos de las salidas emocionales / mentales residuales de los niveles de conciencia inferiores y la entrega de todas las auto-identidades y sistemas de creencias mentales. Este proceso es asistido y apoyado por el influjo sin impedimentos de la energía kundalini espiritual a los cuerpos espirituales etéricos superiores por encima del chakra de la coronilla.
El flujo de la energía kundalini es la respuesta a la entrega de la voluntad personal directamente al Divino Maestro, Avatar, Sabio, o Divinidad por cualquiera que sea el nombre invocado (ejemplo, según el Nonagésimo primer Salmo, o las palabras de Krishna, o Jesucristo, que “Todos los que me flaman por cualquier nombre son Míos y querido por “Mí”).
El amor de Dios por la adoración, la devoción, la dedicación, la declaración o el serdefecto desinteresado es el catalizador y la invitación formal de la intercesión de la Divinidad a través del poder del campo no- lineal de la conciencia misma, el cual es omnisciente, omnipresente, y omnipotente. Mediante la entrega de todas las resistencias, este potente campo no- lineal se vuelve progresivamente dominante e incluso eventualmente una Presencia que todo lo abarca.
Trascendiendo el Nivel 850
Desde el punto de vista del intelecto, la dualidad problemática encontrada en el nivel de conciencia 850 puede parecer un tanto académica y por lo tanto en el ámbito de la metafísica, la teología, o la ontología, pero cuando el nivel es alcanzado por experiencia, es mucho más que eso. Es un paso muy importante con diferencias muy importantes en el resultado porque los devotos espirituales que llegan a este nivel a menudo han sido influenciados por malas interpretaciones de las enseñanzas del Buda que identifican erróneamente el significado del “Vacío” y creen que la Nada / Vacío es el último estado, lo que decididamente no es, como es determinado tanto por la investigación de la calibración de la conciencia como por la experiencia subjetiva.
En el lenguaje espiritual tradicional, cada uno de estos niveles avanzados es “guardado” por los “dragones” de una dualidad. Esto es especialmente cierto en el nivel 850, donde la limitación a ser trascendida es el enigma de los aparentes opuestos / alternativas de si la última Realidad es la Totalidad frente a la Nada, o es la Existencia frente a la No Existencia. El vacío de la Nada calibra en 850 y es el punto final de la vía de la negación que niega la realidad de todo o nada (es decir, la forma lineal o “materialidad” como apego). El error que le sigue es la presunción de que la trascendencia de todas las formas es la única condición del Buda. Este es un error fácil de tener porque por experiencia, la condición del Vacío es enormemente impresionante.
A medida que se despliega, es inefable, infinita, eterna, la Unidad, todo lo abarca, tranquila, silenciosa, inmóvil, y extrañamente incluyente de la “consciencia de lo no consciente” que incluso preludia el estado del ser o la existencia. Este estado es, definitivamente y por experiencia, sin duda, más allá de la dualidad. No hay ni sujeto ni objeto; no hay nada que entregar y nadie a quien entregarse, por lo que de hecho parece ser el último estado de la Iluminación en si. Otra dificultad en este nivel es que no hay maestros con quienes consultar, compartir, u obtener confirmación, mucho menos instrucción, porque el estado es realmente maravilloso, y la necesidad de una dirección no parecería ser necesaria o presente en sí para confirmarlo.
Si el estado de Vacío (La Nada) fuera la realidad última, sería una condición permanente, y no habría ninguna entidad a informar. Sin embargo, no lo es, y por lo tanto, tatempera o temprano, dejas el Vacío y vuelves a la existencia consciente. A continuación se produce el fenómeno de la experiencia subjetiva de repentinamente emerger en el interior de la Existencia desde el olvido del Vacío. (En esta vida, el incidente ocurrió a los tres años, tal como se describe en otro lugar. De repente, salí de La Nada y la no- consciencia, hubo el shock no sólo de la Existencia, sino también el descubrimiento de lo físico y de que un cuerpo acompañaba el retorno de La Nada al Ser. Así, en esta vida, el dilema en el nivel de calibración 850 fue fuertemente presentado al iniciar la vida temprana, y se repitió más tatempera, momento en el que fue rechazado y trascendido. (llevó treinta y ocho años resolverse).
El Conocimiento que se quiere para superar este nivel es que el Amor Divino es también no- lineal y sin sujeto, objeto, forma, condicionamiento o ubicación. La limitación (lo incompleto) del Vacío es alcanzado como consecuencia de la intensa dedicación al camino de la negación; sin embargo, se pierde la comprensión de que ese Amor es una cualidad primaria de la Divinidad y es también no- lineal, y que el amor espiritual no es un apego. El error del camino de la negación es el no identificar y negar el Amor porque, en general, la experiencia humana ordinaria, es una limitación y un apego (entre un “yo” y un “tu” o un “ello”).
Por el contrario, el Amor Divino es predominante, poderoso, abrumador, y la cualidad primaria o esencia de la Presencia. Es profundo e incondicional, sin sujeto u objeto. No es una emoción, sino una condición o un estado que es liberador en lugar de limitante. El Vacío (cal. 850) es comparable al infinito, el vacío, espacio consciente. Por el contrario, la Presencia de la Divinidad es como el corazón del sol. No hay que confundirlos porque el Amor es realizado como lo muy nuclear y Origen del propio Ser primario.
1 parte Calibrando los niveles de conciencia
2 parte Dinámica de la Iluminación
3 parte Problemas del vacío
4 parte La entrega final