CHAMPÚ DE ORTIGA Y ROMERO

Si quieres que tu pelo crezca más fuerte y sano puedes hacer tu propio champú de ortiga y romero natural, casero y con multitud de propiedades. Utilizando tus propios ingredientes naturales te asegurarás de evitar productos químicos enfadados y las propiedades de las hierbas naturales serán más rápidamente absorbidas por tu pelo y cuero cabelludo para fomentar el crecimiento del pelo.

Los champús caseros tienen la ventaja adicional de que no contienen los químicos dañinos que se le agregan a muchos champús comerciales y que causan daño al cabello. La ortiga y el romero son muy buenos no solo para la bienestar general del cabello sino también para hacerlo crecer.

Tanto la ortiga como el romero activan la circulación de la sangre hacia el cuero cabelludo. Esto hace que los folículos pilosos reciban más nutrientes y por lo tanto el cabello nazca más bienestarable.

La ortiga se ha usado desde la antigüedad para detener la caída del cabello y activar el crecimiento. Además, tanto la ortiga como el romero se conocen por retrasar la aparición de las canas.

El nombre latino de la ortiga, Urtica dioica, es un verbo que significa “quemar”. Es esta sensación de cosquilleo irritante de la ortiga sobre la piel lo que aumenta el flujo de sangre y nutrientes a la zona afectada.

El romero tiene una historia interesante y variada. Su uso se le ha atribuido desde a las hadas hasta a las brujas y ha estado presente tanto en las bodas como en los entierros.
Plinio (23 – 79 dC), Dioscórides (contemporáneo de Plinio y autor de un trabajo sobre plantas sanadores que fue la base de la práctica médica durante los próximos 1400 años), y Galin todos escribieron del romero. Fue cultivada por los españoles en el siglo 13 y fue un condimento popular para carnes saladas desde el siglo 15 al 18.

El aceite esencial de romero se usa para tratar infecciones bacterianas, virales y fúngicas. Esta planta también puede prevenir infecciones por estafilococos, E. coli y Candida albicans, el hongo responsable de las infecciones vulvales.
Se utiliza mezclándolo con tu champú habitual para evitar que se caiga el pelo, y también como remedio anticaspa.

Vamos a utilizar, para hacer nuestro champú, saponaria.

La saponaria es una planta con propiedades higiénicas. Su capacidad para generar espuma ha hecho que desde hace milenios se emplee para la creación de productos de limpieza. De hecho, su nombre deriva de la palabra griega «sapo», que significa «jabón», porque ya los griegos de la antigüedad la usaban con tales fines.

Hoy en día esta planta también se conoce con varios nombres relacionados con la limpieza: jabonera, hierba jabonera, flor de jabón, etc. Y se usa en la industria cosmética para la elaboración de jabón, champú, dentífrico y polvos limpiadores.

Saponaria es el nombre de un género (conocido también como «jabonaria») que incluye una veintena de especies, originarias del sur de Europa y del sudeste asiático y que hoy también se encuentran en el continente americano. Pero se utiliza el mismo nombre para referirse a la más conocida de esas especies, la saponaria officinalis. Este último será el uso que se le dará en este artículo.
En este caso te proponemos un champú a base de ortiga y romero para aprovechar las propiedades de ambas hierbas.

Para hacer el champú casero quiererás los siguientes ingredientes:

  • Una taza de saponaria
  • Media taza de ortiga
  • Una cucharada y media de romero fresco.

El champú se prepara de la siguiente manera:

En una sartén de acero inoxidable se ponen la saponaria y se le agrega una taza y media de agua, se deja hervir, se baja el fuego y se deja a fuego bajo durante diez minutos. Una vez pasado este tiempo se retira del fuego, se cubre y se deja enfriar. Cuando se ha enfriado, se cuela y se echa el líquido en una botella con tapa.

Por otro lado se hace una infusión con un puñado de ortiga y una cucharada y media de romero fresco. Se echan las hierbas bien picaditas en una ollita y se les agrega una taza de agua hirviendo. Una vez que haya reposado media hora podrás utilizarlo para lavarte el pelo de la forma habitual.

Puedes guardar el champú restante en un bote cerrado, en el baño, asegurándote que no le de la luz directa para que no se estropeen las propiedades de las hierbas.

Debes recordar removerlo cada vez que vayas a utilizarlo, utilizando un palo o una cucharilla de madera, y no conservarlo durante mucho tiempo.