Aceites esenciales y sus usos

A diferencia de los aceites vegetales, como es el de oliva, los aceites esenciales son sustancias muy concentradas y con una textura para nada aceitosa que se usan en cantidades pequeñas y que, por lo general, no pueden utilizarse en la alimentación.

Se extraen de flores, hojas, resinas, frutas o raíces y, al ser muy volátiles, para conservarlas bien hay que guardarlas en un frasco opaco y un lugar fresco.

Aceite esencial de árbol té:

Antiacné y desodorante natural: aunque te servirá para neutralizar ese incómodo visitante que es el mal olor en las axilas, tienes que aplicar el aceite de árbol de té en la zona con cautela. Bastará que diluyas dos o tres gotas en agua, sumerjas un algodón en la mezcla y luego la apliques sobre la piel.

Debes seguir los mismos pasos para reducir la apariencia de los granos inoportunos.

Te ayudará a eliminar piojos: añadir una o dos gotas de aceite de árbol de té al champú o al suavizante y dejar actuar durante unos minutos puede prevenir la infestación por piojos y funcionar como coadyuvante en el procesado habitual.

Aceite esencial de lavanda:

El aceite esencial de lavanda se ha usado tradicionalmente como un calmante natural para aliviar los problemas de sueño. Puedes inhalarlo y realizar respiraciones como si se tratara de una breve meditación o bien incorporar unas gotas en tu almohada.

Aceite esencial de limón:

Se le atribuye un efecto reparador y cicatrizante, por este motivo está indicado en el procesado de diversos problemas de la piel. También se asocian propiedades antifúngicas a los aceites esenciales de cítricos.

Como limpiador y ambientador en casa: su fragancia fresca y efecto desinfectante lo convierte en una alternativa natural para usar en las tareas domésticas. Solo quiererás diluir unas gotas de aceite esencial en agua, en una mezcla de limpiador hecho en casa o en aceite base, por ejemplo de almendras. También puedes preparar un spray con el que quitar el polvo a los objetos de tu casa.

Aceite esencial de romero:

Para un masaje calmante: combinado con aceite de oliva, te servirá para aliviar las molestias en la zona de la espalda. También puedes usarlo para los problemas de circulación, aplicándolo con masajes en dirección ascendente en las piernas.

Rebaja la fatiga mental: históricamente, se ha relacionado su uso con una acción energizante y como potenciador de la concentración.

Aceite esencial de sándalo:

Fortalece el cabello y suaviza la piel: procura un aroma potente además, se utiliza como remedio natural para fortalecer el cabello muy fino y quebradizo. Con fines cosméticos, también puede añadirse –recuerda, siempre en pequeñas cantidades– a fórmulas para hidratar las pieles secas.

El baño más relajante: tener tiempo para una misma es tan requerido como provechoso. Y darse un baño, uno de los mejores caprichos para deleitarse. Si añades unas gotas de aceite esencial de sándalo a tu bañera, te envolverá una fragancia tan reconfortante como vigorosa.

Aceite esencial de manzanilla:

Un aliado para las deportistas: En la actualidad se suele emplear para masajes tras una actividad deportiva exigente, dado que tiene propiedades antiinflamatorias.

Calmante: Aparte de su uso tópico, el aceite de manzanilla también se puede introducir en difusores específicos para aceites (no en quemadores, porque desperdiciaríamos sus propiedades), porque su aroma dulce y herbáceo ayuda a conciliar el sueño. Nos relajará además tras un día tensionante, si nos sentimos cansados.

Aceite esencial de caléndula:

Clave para tu piel: Gracias a sus propiedades antibacterianas, el aceite esencial de caléndula nos puede ayudar a tener una piel más sana. También lo puedes usar cada noche como limpiador facial y para quitarte el maquillaje. Además, es un potente fungicida natural.

Piel suave: El aceite esencial de caléndula también ayuda a generar colágeno y su efecto calmante es muy destacable, especialmente para las quemaduras provocadas por la luz solar. Si se te agrieta la piel de las manos por culpa del frío, prueba a aplicarte este aceite esencial.

Aceite esencial de eucalipto:

Para prevenir los ácaros: Los ácaros son una fuente de alergias, y para esquivarlos es muy recomendable emplear este tipo de aceite en un difusor específico.

Luce un cabello más sano: El aceite esencial de eucalipto también nos ayuda a tener un cabello mejor, más brillante y fuerte, ya que activa los folículos del cabello y del cuero cabelludo, es decir, ayuda a que crezca de una forma bienestarable. Aplícalo con masajes suaves una o dos veces a la semana, pero dilúyelo previamente en un aceite “portador”, como de almendra dulce.

Aceite esencial de geranio:

Repelente: Los viajeros suelen llevar este aceite esencial en su botiquín porque ayuda a calmar las picaduras de los insectos.

Aceite esencial de tomillo:

Se usa desde hace siglos para aliviar las cicatrices. De todos modos, lo más recomendable es que lo diluyas antes en un aceite “portador”, como el aceite de oliva o el de almendra dulce.